Alicia la viuda del paro nacional en Puyo
Alicia Tapuy de rostro juvenil, de contextura delgada y de largo cabello negro, permanece sentada junto a su padre vestida con ropa oscura, su rostro está desencajado por tanta tristeza, se mantiene con su cabeza sostenida en su hombro derecho, sentada junto al ataúd de su compañero Byron, Alicia mantiene suspendidos los ojos en un punto fijo, la gente que llega se solidariza con ella, pero ella no se inmuta, no se da cuenta quién es, solo extiende la mano, se deja abrazar, está ausente, la gente llega con alimentos dentro de canastas, los alimentos y presentes rodean el féretro del fallecido.
Con plástico negro cubrieron el patio de la casa de Byron Huatatoca de 44 años de edad para poder velarlo, su hermana con ropa blanca en las manos y con lágrimas en los ojos pide a la gente que se encuentra sentada en las sillas improvisadas que le ayuden a cambiar de ropa a su hermano, muchos se quedan mirando a los ojos sin saber que hacer, una pareja se levanta y se ofrece como voluntarios, padre e hijo vecinos del fallecido ayudan en esta tarea triste de levantar al muerto para ponerle ropa nueva, el último cambio de vestimenta de Byron en esta tierra, las lágrimas se convierten en cantos, en anen, cantan de manera desgarradora en runa shimi, las mujeres lloran y lamentan la muerte de Byron, lo que más les duele es como murió dice Auxilio una de sus vecinas presentes en el lugar.
Alicia al escuchar las lágrimas y cantos de las warmis se cubre con el brazo derecho sus ojos se agacha y llora desconsoladamente, a ratos el desconsuelo se apodera de ella, son los recuerdos de una vida juntos, criando a sus cuatro hijos junto a Byron los sueños como la casa de madera que estaban construyendo se desvanece por su inesperada partida.
En la sala de velación improvisada en el sector de Pindo Grande en Puyo llegan a solidarizarse vecinos, familiares y quienes se encontraban en el momento de la represión policial. Byron cayó herido en la esquina de la calle Los Anturios y Avenida Tarqui a tan solo dos cuadras de su casa.
Según su hijo, Byron al enterarse que sus compañeros indígenas llegaron a tomarse el puente sobre el río Pindo en el sector de El Picolino, se unió enseguida a la medida de hecho, siempre estuvo acompañado de sus hijos, en especial de Juan de 19 años quién estuvo con su padre en el momento que perdió la vida y quién nos relata como sucedieron los hechos ese día.
Una camioneta se parquea afuera de la sala de velaciones, muchos salen de la sala para ver quién llega, los curiosos salen a ver qué pasa, después de unos minutos, dos hombres ingresan a la sala de velaciones cargando una tina grande, dentro de ella una gran pierna de vaca donada por amigos de Byron para la familia del fallecido.
Algunos jóvenes en la sala de velaciones llevan puestos algunos implementos policiales, alguien tiene un escudo policial en sus manos, otros tienen toletes policiales, otros implementos de protección policial, son para ellos los trofeos de la batalla del día anterior con la policía en el centro de la ciudad, cuando el descontrol se apoderó de las calles de Puyo, después de enterarse del primer fallecido, la indignación se apoderó de muchos manifestantes y las calles de la ciudad se convirtieron en un campo de batalla que terminó con una unidad de policía comunitaria destruida, un cuartel policial destruido, los ventanales de la Cruz Roja rotos y una agencia bancaria destruida y saqueada. La guardia indígena logró detener en Puyo a varios antisociales a quienes les aplicaron justicia indígena.
En la sala de velaciones Alicia se levanta de vez en cuando, ingresa a su casa y vuelve a sentarse junto a su padre, mientras van llegando más sillas de madera a su casa para poder acomodar a quienes llegan a darle el sentido pésame y acompañarla en su dolor, ahora su hijo Juan la acompaña a su lado, este joven de 19 años de edad nos cuenta que está destrozado y que no sabe que va hacer sin su padre, los dos trabajaban juntos, Juan no sabe porque le hicieron eso a su padre, el vio dice con impotencia como la bomba lacrimógena se quedó incrustada en el rostro de su padre, que intento sacarla, pero que no se pudo hacer nada, dice que murió en el hospital y que es mentira lo que dijo el Ministro del Interior Patricio Carrillo, de que su padre falleció por haber manipulado explosivos, que lo que a él le mato fue el impacto de una bomba lacrimógena en su rostro, Juan pide justicia para su padre y no queda otro camino que seguir luchando.